Montag, 30. Januar 2012

Mariposas y sincronicidades

Esta es una adaptación de un artículo de Borja Vilaseca de El País del 6.03.11. Para seguir con los temas que han surgido en los últimos posts del blog:
Las casualidades no existen
En general solemos creer que nuestra vida es un accidente regido por la suerte y las coincidencias. Es decir, que no importan nuestras decisiones y nuestras acciones, pues al final las cosas pasan por "casualidad". Esta visión nos convierte en meras marionetas en manos del azar.
Pero, ¿es realmente la vida un accidente que se rige de forma aleatoria? ¿Estamos aquí para trabajar, consumir y divertirnos? ¿Acaso no hay una finalidad más trascendente?
Mientras sigamos creyendo que nuestra propia vida no depende de nosotros, podremos seguir eludiendo cualquier tipo de responsabilidad y evitar que nos enfrentemos a nuestros dos mayores temores: el "miedo a la libertad" y el "miedo al vacío". Y mientras sigamos pensando que todo esto no es más que un accidente, podremos seguir marginando cualquier posibilidad de encontrar la respuesta a la pregunta: “¿Para qué vivimos?”
Y de esto trata la física cuántica. En líneas generales, establece que "la realidad es un campo de potenciales posibilidades infinitas". Sin embargo, "sólo se materializan aquellas que son contempladas y aceptadas". Es decir, que nuestras circunstancias actuales son el resultado de la manera en la que hemos venido pensando y actuando a lo largo de nuestra vida.
Si hemos venido creyendo que estamos aquí para tener un empleo monótono que nos permita pagar nuestros gastos, eso es precisamente lo que habremos creado con nuestros pensamientos, decisiones y comportamientos. Por el contrario, si cambiamos nuestra manera de pensar y de actuar, tenemos la opción de modificar el rumbo de nuestra existencia, cosechando otros resultados diferentes. El simple hecho de creer que es posible representa el primer paso.
"El aleteo de una mariposa puede provocar un 'tsunami' al otro lado del mundo" (proverbio chino).
Lo mismo nos sugiere la teoría del caos. Por medio de complicados e ingeniosos cálculos matemáticos "permite deducir el orden subyacente que ocultan fenómenos aparentemente aleatorios". Dentro de estas investigaciones, destaca el efecto mariposa. Para comprenderlo, un ejemplo: imaginemos que un chico se va un año fuera de su ciudad para estudiar un máster en el extranjero. Y que al regresar a casa entra a trabajar de becario en una empresa. Allí aparece una nueva becaria, a quien sientan a su lado. Nada más verse, los dos jóvenes se enamoran. Y seis años más tarde se casan, forman una familia y viven juntos para siempre.
En este ejemplo, "el efecto mariposa" estudiaría la red causal de acontecimientos que hicieron posible que el chico coincidiera con la chica en un lugar físico determinado en un momento psicológico oportuno.
LA LEY DE LA SINCRONICIDAD
"Lo que no hacemos consciente se manifiesta en nuestra vida como destino" (Carl Jung)
Nuestra existencia no está gobernada por la suerte ni el azar, sino por la ley de la sincronicidad. Esta determina que "todo lo que ocurre tiene un propósito". Pero como todo lo verdaderamente importante, no podemos verlo con los ojos ni entenderlo con la mente. Esta invisible red de conexiones tan sólo puede intuirse y comprenderse con el corazón.
De ahí que mientras sigamos resistiéndonos a ver la vida como un aprendizaje, seguiremos sufriendo por no aceptar las circunstancias que hemos creado con nuestros pensamientos, decisiones y acciones. No existen las coincidencias. Tan sólo la ilusión de que existen las coincidencias. De hecho, la ley de la sincronicidad también ha descubierto que "nuestro sistema de creencias y, por ende, nuestra manera de pensar, determinan en última instancia no sólo nuestra identidad, sino también nuestras circunstancias".
Por ejemplo, que si somos personas inseguras y miedosas, atraeremos a nuestra vida situaciones inciertas que nos permitan entrenar los músculos de la confianza y la valentía. Así, los sucesos externos que forman parte de nuestra existencia suelen ser un reflejo de nuestros procesos emocionales internos. De ahí la importancia de conocernos a nosotros mismos.

Dienstag, 24. Januar 2012

¿Casualidad?

Primero fue un artículo sobre las casualidades, luego fue mi compañera de piso, que se ha convertido en una gran fan de “El Secreto”, después fue un artículo de la Cosmopolitan y hoy, cuando me senté con mi bandeja en el comedor universitario, tenía delante una invitación para la película “Mr. Nobody”.
¿Somos responsables de las cosas que nos pasan? ¿Hasta qué punto podemos gestionar los sucesos de nuestra vida y hasta qué punto es todo una casualidad? ¿Atraemos las cosas, las personas, los trabajos y las experiencias que nos hacen falta en el momento preciso o todo es producto del azar?
En 24 horas todo parecía hacerme querer reflexionar acerca de las decisiones que he tomado en mi vida, sobre el poder que tengo para experimentar los sucesos que experimento y para crear lo que tengo. Según muchos autores, la vida que tienes en este preciso instante es una muestra directa de tus pensamientos anteriores, de los principios sobre los que riges tu vida y acerca de lo que esperas de ella o crees poder vivir. A partir de ellos vas tomando pequeñas decisiones, algunas imperceptibles, que son las que van creando el camino que te ha llevado hasta aquí. Más de 30 años de miles de pequeñas decisiones...
Antes solía sorprenderme pensando acerca de qué hubiera pasado si en un determinado punto del camino hubiera tomado otra dirección y en lugar de escoger la opción A hubiera escogido la B. Todas preguntas interesantes, pero que no llevan muy lejos, puesto que sobre el pasado no podemos decidir ahora. En realidad tengo la certeza de que en aquel momento decidí según las herramientas y el conocimiento de los que disponía e hice todo de la mejor forma de la que fui capaz. Así siento una enorme paz, pues acepto que aunque aquella decisión me llevara a una situación que no fue del todo agradable, era necesario para mí el aprendizaje que de ello se derivó.
¿Es una visión muy facilona y conformista de las cosas?
Ayer le decía a un amigo que no podía imaginarme mi vida de otra manera diferente a como es ahora: todo encaja, todo responde a lo que soy y está en armonía con mis aspectos positivos y con aquellos que aún debo trabajar.
Pero “las casualidades” de esta semana me obligan a reflexionar acerca de mi responsabilidad en la creación del futuro: mañana es la suma de mis pensamientos de hoy. Aunque creamos que gestionamos la vida en el momento en el que tomamos la decisión, en realidad es algo que hemos venido barajando y sopesando mucho tiempo antes, la mayoría de las veces de forma inconsciente. Es la suma de tus pensamientos lo que van transformando tu vida en lo que es ahora.

Samstag, 14. Januar 2012

clasificación de la especie treintañera

Vuelves a casa por Navidad y sabes que te encontrarás sorpresas, pero no sabes de qué tipo. En realidad, como la Navidad es un momento del año muy fácil de identificar, es también fácil de comparar: ¿Dónde estabas el año pasado? ¿Cómo y con quién?
Es típico encontrarse con los amigos de siempre y también observar la evolución de cada uno. Haciendo una parodia de lo que veo año tras año, escribí esto. Y tú, ¿en qué grupo estás?:

el Peter Pan: estos viven en casa de sus papis y de allí parece que no hay manera de sacarlos. El proyecto de fin de carrera se alarga, siempre queda algo que estudiar... Algun@s peterpans incluso tienen piso propio, pero sólo lo utilizan para fiestas o como mucho para dormir, pero mami les hace la comida, les lava, les plancha, les escucha... Estos eternos adolescentes no se plantean nunca una relación seria o estable, aborrecen los compromisos y, eso sí, se apuntan a todo tipo de actividades terminadas en "-ing": puenting, barranquing, camping... ;-). Eso y las fiestas continuas hacen a veces agotador tener amigos peterpans.

Los Simpsons: casados, con hipoteca, con algún hijo y buscando más. Estos, sin darse cuenta y creo que sin querer, han ido reproduciendo esquemas paternos hasta tal punto, que él se parece cada vez más a su padre y ella cada vez más a la suya. Es casi imposible quedar con ellos sin su "bessere Hälfte" o en español, que es aún más cursi, “su mejor mitad”. Sus temas de conversación suelen girar entorno al coche que se han comprado, qué cansados están, que marca de potitos es más nutritiva, cómo les va a los niños en la “guarde” o el “cole” y otros apasionantes tópicos. Si no tienes pareja, los simpsons te ven a la larga como un elemento extraño y sospechoso (si eres mujer, incluso más) y no pierden oportunidad de formular su preguntita: “Y que, ¿cuándo se casan?; Y los niños, ¿tienes planes?”. Los simpsons no suelen salir mucho (están cansados, no encuentran canguro, el día es muy corto...), así que como mucho su actividad social no pasa de quedar para cenar en casa de uno de los simpsons y ver luego una peli...
el Induráin: la mayoría, chicos a los que les ha picado el gusanillo del triatlón, las maratones, el kitesurf o la bicicleta. Basándose en la certeza de que los años no pasan en balde, quieren probarse a sí mismos (y un poco también a los demás) que son capaces, que aún aguantan el tirón. Entonces te los ves equipados con toda suerte de artilugios deportivos y con el calendario lleno de nuevas competiciones y te preguntas: “¿Y este es el loquillo fiestero que conocí hace 15 años?”.
el Yupi: se fija un objetivo laboral elevado y trabaja arduamente hasta alcanzarlo. Con ello vienen a veces asociados otros símbolos de estatus, como un coche bueno, unas vacaciones caras, un piso en el centro de la ciudad... A veces, cuando los ves, te sientes en otra dimensión: no entiendes su jerga en inglés sobre no sé qué avances de su sector, al fijarte un poco le ves unos cuantos menos pelos que antes y te parece que, comparado contigo, los años a ti te han tratado mejor...

el modern@: que da un giro radical a su estilo y decide seguir los dictados de la moda. Invierte, de repente, mucho más tiempo y energía que antes en arreglarse, ir al gimnasio y estar a la última y, si por el camino se caen algunos añitos... ¡Eso no está nada mal!

– el Eterno Errante: habitualmente con estudios universitarios, los errantes siempre están en busca de algo. Hoy están en Madrid, dentro de año y medio están en Londres, hacen viajes alrededor del mundo, van de meditación a un ashram en la India... Van y vienen siempre intentando encontrarse así mismos, el sentido de la vida y su lugar en el mundo mientras filosofan acerca de las relaciones y acerca de lo que quieren ser de mayores. Miran hacia adelante con una mezcla de horror de convertirse en simpsons y a la vez cierta envidia. Este es un grupo híbrido que a veces tiene mucho de peterpan, pero con curiosidad por el mundo, mezclado con una pizca de nostalgia hacia el modelo simpson y el yupi, que son más estables. A estos se les encuentra por IPhone, email o Skype y se les atrapa con Ryanair.

- el Ángel Caído: son los que se han divorciado o separado y muchas veces tienen hijos de la relación anterior. Suelen pasar por múltiples estados y adoptan múltiples actitudes en diferentes fases, están en cambio constante. Nunca sabes a qué atenerte con un o una ángel caído, pues cambian de planteamiento vital, pareja, estilo de vida y ciudad como de camisa hasta que se vuelven a asentar.

En fin, ¿que tipo de treintañero eres? ¿Puedes identificar a amigos y conocidos? ¿En qué grupo tienes más amigos? ¿Alguna tipología más?
La peterpana – exsimpson – induraina suavizada – actual yupi-moderna-errante – y perfecto prototipo de ángelita caída :-)