Freitag, 11. November 2011

Antiarrugas


Estas últimas semanas he trabajado mucho y escrito poco, como se ve. En estas estaba cuando conocía a gente de toda edad y condición. Y en todas las conversaciones se acababa llegando más pronto que tarde a lo mismo: “Perdona la pregunta pero, y tú, ¿qué edad tienes?”.
La mayoría éramos mujeres, y como sabíamos que teníamos edades diferentes, no tardábamos muchos minutos en preguntarnos. Entonces observé que a mí también se me escapa la pregunta sin pensar, así que ahora quería reflexionar en voz alta qué por qué será.
¿Se compara una con la que tiene enfrente al saber la respuesta? ¿Por qué es tan importante? ¿En qué medida la respuesta nos ayuda y nos da información sobre esa persona? ¿Es la edad un indicador de qué? No en vano añadimos después: “Sí, tiene 38, pero parece que tiene 25...”, “La verdad es que no parece para nada la edad que tiene..."
Hasta ahora nunca me han echado más de la edad que tengo, alguna vez han acertado con la edad exacta, pero más bien cuando empezaban a sumar años de estudios y años en España, hacían una regla de tres con los años en Alemania... y daban con la respuesta. Pero la mayoría de las veces se quedaban cortos. La cuestión es: ¿Por qué?
Dejando atrás el halago que eso pueda suponer (un poco sí... ;-)), me pica la curiosidad averiguar por qué. ¿Dónde crees tú que se ve la edad? Se me ocurrieron estas respuestas:
-en el acné
-en las patas de gallo,
-en las canas,
-en la ropa,
-en la actitud,
-en la gente con la que te mueves,
-en el número de chorradas que dices por minuto,
-en el grado de espontaneidad,
-en la posición social que hayas llegado a ocupar,
-en estado civil (si te has casado 3 veces y tienes 5 hijos, tu tiempito has necesitado...),
-en la posición laboral en la que te se encuentras
-en la madurez (algo bastante abstracto de medir).

Pero, en realidad, después llegué a la conclusión de que a unos se les nota más y a otros se les nota menos, a pesar de todos los trucos de estética que utilicen.
Yo me sigo sintiendo en un estadio indefinido entre los 25 y los 30, aceptando el momento presente, pero no dejando de hacer determinadas cosas con la excusa esa de que, “ya a mis años...”
¿Qué piensas tú? ¿Te suelen echar más o menos de los que tienes? ¿Por qué tiene tanta importancia este tema?

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen