Dienstag, 20. Dezember 2011

Las nuevas familias

Las Navidades y la familia parece que no se pueden disociar en diciembre. Tras una conversación telefónica con Eva, no puedo por menos que echarme a reír: esperaba a que Juanito, el nuevo robot que se pasea por la casa y la ayuda con las tareas domésticas, acabara de limpiar mientras ella le daba de comer a Kiwi, su ericito, que lleva ya dos años viviendo con la pareja. Eva está embarazada, y dentro de un par de meses podrán hacerse una foto de familia: Jonathan (San José), Eva (la Virgen María, ooh yea!), Juanito (¿el burro?), Kiwi (¿la vaca? ¿o es muy pequeño y con demasiadas púas?), “Elena/Luisa/Marta” (Jesús en bebecita) y la omnipotente Hipoteca, que sobrevuela por sus cabezas como buena estrella navideña que controla al pesebre. Estampa típica de postal navideña del año 2012 o de peli de Alex de la Iglesia, en su forma más freak de parodia de las formas nacionales más castizas.

La semana pasada tomé un vino caliente con Jean, de Francia, que celebrará las fiestas con su compañero de vida (Lebenspartner germano, término que me gustaría que asimilara el español por lo descriptivo de la imagen que invoca), Pavlo, ucraniano de origen judío con el que habla en polaco y con quien educa a Roxette, su gatita. El día de Nochebuena estarán las madres de ambos, más no quedan. Otra buena estampa navideña.

O Luisa y Massou, con sus dos niños sonrientes y achocolatados, que hablan en hausa con su padre nigeriano, en el español más sureño de Europa con su madre y con sus amigos de la guardería en alemán. Algún día de estos verán a los otros hijos de él, de sus anteriores relaciones. Y no tengo aún muy claro qué lengua utilizarán...

Mañana vendrán Tarek y Mauty a cenar. Juntos celebraremos en Colonia una pequeña despedida navideña, pero todos estamos aquí de prestado: turco, polaco, alemana, canaria. A un par de paradas de metro están Ahren y Kay, viviendo juntos bajo el mismo techo después de haberse separado en menos de 5 años de matrimonio de sus respectivas mujeres extranjeras. Los dos chicos disfrutarán del fútbol, de sus periódicos y de la compañía del otro en días de blanca Navidad.

Claro que también existe el modelo de familia nuclear de Juanjo y Bárbara, con sus dos niños angelicales y sus dos familias hipernumerosas a las que verán estos días si hacen malabarismos. Pero, si hago la cuenta, tengo que decir que son minoría, que cuanto más al Norte me voy, menos “típica” se ha vuelto la familia y más variada es la Navidad.
¿Qué se hace de comer cuando juntamos a musulmanes, veganos, alérgicos a la lactosa, alemanes y españoles en una mesa? ¿Se puede cocinar con mantequilla, echarle un trocito de jamón a la sopa o utilizar miel para alguna cosa? ¿Qué se habla? ¿Dónde estaremos todos en unos años y, lo más importante, con quién?
C'est la vie. Agárrese quién pueda. Sea flexible en la cabeza y esté abierto a nuevos sabores en la mesa. Abra su mente y desempolve el vocabulario de la lengua que le sea más atractiva, porque seguro que necesitará alguna más que la suya materna. Así como no perder de vista que hoy en día los niditos familiares tienen otra estructura, otro color, ¡y utilizan varias lenguas!



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