Sonntag, 10. Oktober 2010

Manual de pequeñas teorías

Con los años he ido desarrollando un nuevo hobby al que me dedico con ansia: hablar con la gente. Y escucharles, esa es la mejor parte. A veces me sorprendo soltando alguna pregunta de lo más tonta del tipo: “¿Y por qué los burros no vuelan?”, “¿Y por qué en Alemania la gente se pega horas discutiendo acerca de qué camino tomar para llegar más rápido a un sitio y en España, simplemente, llegan tarde y se inventan la excusa más inverosímil?”, “¿Por qué unas culturas son monógamas y la nuestra se lo hace?”. Y cosas de todos los calibres, y la gente se enzarza en discusiones de lo más surrealistas. Pero a mí lo que más me gusta de ello es ver que cuantos más años tiene la gente, más grande es su manual de pequeñas teorías. Me explico: creo que cuanta más edad tiene uno, más horas tontas de avión, de tren, de espera en el dentista, de noches en blanco, de test de la revista “Cuerpo mente” y de discusiones con amigos nos hemos tragado, y más tiempo ha tenido uno para irse formando sus curiosas teorías sobre las cosas.
Hasta ahora pensaba que cuando tenía un problema, preguntar a mi padre o a mi abuela eran una buena idea, “ellos tienen ya mucha experiencia”. Pero ahora me hace gracia escuchar cómo las ideas de unos y otros sobre por qué las vacas no vuelan y los burros sí o los niños españoles llegan en cigüeña desde París pero no saben chapurrear ni un pizquito de franchute ¿? pueden ser totalmente contradictorias.
¿Experiencia? ¿Inflexibilidad? ¿El horóscopo? Las canas ya no se respetan, se tiñen. Por eso, a partir de ahora, cuando se me acerque alguien a preguntarme una opinión “porque tú en eso tienes experiencia”, le preguntaré: “Y de qué manual quieres la respuesta: ¿del irónico, del moral, del alemán, del canario, del de una mujer, del de una profe, del que aún está lleno de preguntas...?”

3 Kommentare:

  1. Yo creo que en vez de preguntar de que manual debes dar la respuesta, es mejor hacer un compendio de todos tus manuales y confeccionar el "Manual Honesto" o si quieres a lo sumo dos, el anterior y el "Manual Brutalmente Honesto" para aquellos casos en los que quieres cargar la respuesta con algo más de intensidad emocional. De esta manera en vez de tener que interpretar la razón por la que alguien te pregunta algo y a dónde quiere ir a parar, le respondes "honestamente" lo que pienses sobre la cuestión literal en sí.
    En definitiva, creo que una parte de ti es mujer, otra canaria, otra española, otra alemana, otra irónica, otra profesora, otra persona, etc....sin embargo todo eso eres tu misma, así que debe de haber una respuesta que unifique todas esas facetas/peculiaridades/rasgos tuyos. En vez de pensar que "disfraz" quiere esta persona que me ponga para tratar esta pregunta o tema, o en vez de interpretar que faceta de todas esas te interesa o te conviene tomar para tratar tal situación, el confeccionar ese "traje único" con retales de todos los "disfraces" es hacerte un traje honesto y a tu medida, simplificando tanto las relaciones con los demás y como tus relaciones contigo misma.

    Obviamente esto es un ideal y forma parte de mi propio Manual Uníficado de Teorías Universales sobre Relaciones Personales.


    Un beso.

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  2. Como ejemplo de la pureta de tu blog (53!), confirmando la teoría expuesta, un botón de muestra: Con cierta frecuencia tengo ocasión de compartir marujeos domésticos con diferentes personas. Y lógicamente, se constata la diferencia de modos de realizar cualquier tarea. Pero lo más sorprendente es que hay teorías que sustentan cada pequeño matiz. ¿Cómo tiendes tú las camisetas? "Por debajo de las mangas, para que no quede marca de las trabas", "por los hombros,que es donde más tarda en secarse ", "por debajo, para que el tejido estire en el sentido de la fibra", "lo importante es del revés, para que no se decolore con la luz", "las camisetas no se tienden jamás, hay que usar siempre la secadora". ¿Y las bragas?: "Por la cintura, para que no se deformen", "por la entrepierna, para que le dé ahí el sol", "de dos en dos, para proteger el tejido de las pinzas".... Y ASÍ CON CADA PRENDA! Claro, si entramos en cómo se prepara cualquier receta de cocina, o sobra la importancia de unas u otras tareas domésticas, el abanico es casi ilimitado. Yo lo achaco a que necesitamos "entender" lo que hacemos, perfeccionar la técnica, investigar sobre las pequeñas y grandes acciones de cada día, vivir el momento presente... Porque pensar que es por nuestra rigidez, sería demansiado triste...

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  3. Jajjaja! Qué risa el toque marujil! En esas cosas no había pensado, pero el manual de teorías que vamos acumulando con la edad lo abarca todo, desde la cocina hasta las relaciones.
    En realidad, irse haciendo un "manual de trucos" a lo largo de los años no es mala idea. El problema está, claro, en que se convierta, como bien dices, en un "manual de rigideces". Creo que, mientras nos sirvan y nos hagan la vida más fácil, pues bien están. Pero cuando lo que pretendemos es demostrar nuestras capacidades y nuestra destreza y convencer a los demás de cómo deben hacer las cosas...

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