Mittwoch, 19. Mai 2010

La felicidad rara vez viene sola

Esta es la traducción del título del libro que me estoy leyendo en alemán. Un doctor que descubrió que era mucho más efectivo no esperar a tratar a los pacientes en el hospital, sino prevenir antes con buen humor y trucos de sentido común que la gente llegara con depresión a su consulta. Ayer me topé con algunas frases que encajan con los pensamientos que oigo a menudo en boca de otros respecto a la pareja o a los amigos.
Según dice Eckart von Hirschhausen, después de un tercio de nuestra vida (¿Y cuánto es un tercio? Si piensas llegar a los 90, son los 30, pero no todos duramos tanto), ya tenemos una visión general de las parejas posibles que hay a nuestra disposición, se puede hacer una “media” con los compañeros que hemos conocido. Si aún seguimos a los 40 pensando en lo que encaja mejor con nosotros, tenemos que ser realistas y darnos cuenta de que no tendremos tanto tiempo para seguir buscando y probando. Como decía mi abuela: “Lo mejor es enemigo de lo bueno”.
Este doctor nos anima también a observar detenida y objetivamente todas las relaciones que hemos tenido hasta ahora, a colocarlas en un orden de menos a más satisfactoria, y a situar a nuestra actual pareja en un punto de esa escala. Si la colocamos en la mitad superior, ¡enhorabuena!. Estamos en el buen camino. Si la colocamos en el primer tercio, ¡es hora de dejar de buscar!. Pues según los estudios, es más importante poder querer, que ser querido para encontrar la felicidad.

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