Sonntag, 11. April 2010

¿Joven o vieja?

Esta era la cuestión en la cola del bar de moda entre los estudiantes de Colonia. “No, tú no eres tan vieja, en realidad. Estás joven”, me decía mi ex alumno de 25 años para aclararme que estaba todavía bien que saliera de bares entre semana. A mí aquellas palabras no me tranquilizaron porque, ¿por qué discutir sobre ello? ¿Dónde está la frontera entre “ser joven” o “ser viejo”? ¿Ser joven en función de qué? ¿Comparado con qué? ¿Estar viejo para hacer qué?
Creo que ahí está el quid del asunto: lo que la sociedad, tu cultura, tus amigos, tu familia o tú mismo han establecido como propio o impropio de tu edad, tanto si lo haces antes de tiempo como si lo haces después. Pero en realidad, si uno está haciéndolo, ¡es que puede hacerlo!. Sólo que socialmente alguien ha puesto una marca, ha trazado una línea invisible, por encima de la cual a una determinada edad está bien hacer algo y por debajo de ella no. Pero, ¿cómo saberlo?
A veces tengo la impresión de que esas reglas sociales sobre la edad nos afectan más a las mujeres. A los 15 no puedes ir con la cara embadurnada de maquillaje (“eres demasiado joven para eso”), a los 40 estás también pasada para determinadas cantidades de colorete. Hoy en día, tener hijos a los 21 es ser joven, a los 37 es ya muy tarde. En la India si con 25 no tienes ya la parejita te miran con cara de pena y en Alemania cada vez son más las que empiezan a los 35. A los 20 salir de marcha hasta el amanecer hace que seas bien visto en la pandilla, a los 35 comienzas a ser un alma en pena.
¿De qué depende todo esto? ¿No sería mejor que cada uno hiciera lo que le apetece si se da la situación y no hace daño a nadie? ¿Dónde están escritas esas reglas? ¿No será que esa persona no pudo hacer esto o aquello antes o que siente que este es el momento más adecuado? ¿Qué hacer entonces entre los 25 y los 35?
Joven o viejo: dos adjetivos con mucha controversia. ¿Qué opinas tú?

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen